En mi boca una galleta sabe a la magdalena de Proust y a la
rebanada de pan con Nocilla de Fernández Mallo. En mi boca solo hay sueños bañados
en harina y chocolate. Todo es pasado, presente y futuro. En mi boca… Sonaba Sing, sing, sing de Benny Goodman. Una
cafetería en blanco y negro de 1945. Polis corruptos, mujeres guapas y el humo
del cigarro saliendo de su boca. Un escritor en la mesa del fondo escribía con
papel y pluma una historia futurista donde la televisión se convertía en el
centro de atención de la sociedad del momento. Los clásicos ya no se leían y el
jazz había pasado de moda. Pura ciencia ficción. La mujer apagaba su último
artefacto antes de abandonar el local. Mientras salía, su mirada se cruzaba con
el ciego de escritura desarraigada. Hasta siempre, poeta, gritaban sus ojos. No
volverían a verse, pero ese olor, esa melodía, siempre quedaría en su memoria. Aquella
noche todo era música de negros en el local Harry’s. Aquí tienes unos dulces,
invita la dama M, le decía Harry al escritor. Sería ella, pensaba. La mujer del
cigarro. M: filosofía Moderna, Metaficción. Chocolate… todo era
chocolate en mi boca.
Interesante!!!
ResponderEliminarQué bien escribes, Cristian. Pero, ¿y esa foto?
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