lunes, 12 de enero de 2015

Con la luna en lo alto

Leo a Cortázar antes de despegar del anhelo y me doy cuenta de que me estoy quedando ciego. Él quiere traspasar un puente que ya no existe. Yo me aventuro hacia la noche de reyes. De camino a casa de un amigo, me cruzo con la luna, inmensa luna lúgubre y rosada que hace que todas las demás estrellas del firmamento se oscurezcan. Toda ella. Todo yo. Una luna más grande que el mismo cielo. Me recordaba estar en otro mundo, al menos en una antesala preparándome para entrar en ese otro sueño. Y llegar al otro extremo del puente y ver que esa luna era el indicio de una casualidad, de un nuevo 1Q84. Me adentro en los callejones sin salida que circundan las calles infinitas de la ciudad de Murcia. En un día de cabalgatas y de noche alunada llego al jardín de la Seda para ver a mi amigo: Ningún camino es largo cuando termina en la puerta de un amigo. Aquí estoy yo, aquí está él, me da el paquete y abandono el jardín. Pero algo sucede, un mensaje instantáneo me llega al móvil. La cantante ha terminado y se encuentra a solo dos calles de mi posición. La casualidad se hace evidente y yo me dejo caer. Marcho a la estación, donde ella termina su té de las ocho en punto. Quiero pensar que no se trata de un té negro cualquiera, que tuviese aroma y que tuviese cuerpo, que fuese un buen té para recibir esta buena casualidad. Hablamos, charlamos, me cuenta su día y yo le cuento mi momento. Le cuento que no pensaba venir hasta aquí, pero ahí estaba, cubierto de casualidades… Entonces ella se marcha y no sé cuándo volveré a ver sus ojos. Me deja solo, con la luna en lo alto. Y yo me marcho, con ella entre los brazos.


1 comentario:

  1. La cantante de esta entrada ha considerado darte un premio: http://ourgodsaredead.blogspot.nl/2015/01/un-nuevo-premio-para-our-gods-are-dead.html

    Si lees esta entrada lo comprenderás. Tienes que seguir los pasos y poner la imagen que hay al principio de la entrada en tu siguiente post :)

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