miércoles, 8 de octubre de 2014

La espera.

Esa luz. Esa inmensa luz que se cierne
sobre nuestras cabezas. Esa tenue luz
azulada que crece en lo más alto del cielo.
 
Esa luz que cruza el cielo
en paralelo con la luna. Esa luz. Esa luna.
 
Ese puente de noche sobre un Genil
cansado. Un río, la espera.
 
El río del cigarro de después,
un río que llora de nieve.
Un río que cruza la ciudad.
 
Granada.
París en mi habitación.
Tú en mi calendario.
 
 

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